7 de abril de 2007

La culpa es del tano

En el día de hoy el artista Mario Sagradini me recomendó una carta publicada en el Diario La República el 14 de marzo pasado que no pude resistirme a postear...una obra de arte.

Carta abierta de 100 artistas uruguayos contra los corporativismos

Señor Director de LA REPUBLICA

Dr. Federico Fasano Mertens

* En noviembre pasado sacaron los enormes vidrios que dan a la calle del Centro Cultural del MEC, y camiones volcaron tierra, formando un gran montón de tierra, mitad en la vereda, mitad en el salón del Centro Cultural. Los curadores dijeron que eso era una obra de arte.

En la página 14 de "Plan B" del jueves 8 de marzo de 2007, 100 de los más trabajadores artistas plásticos uruguayos publicaron una carta abierta dirigida al señor ministro de Educación y Cultura, ingeniero Jorge Brovetto.
En ella le piden que "garantice una acción democratizadora a partir del diálogo y la participación plural de tendencias y orientaciones plásticas, dejando de lado los perversos corporativismos".

Hace casi 4 años que Kalemberg dirige el Museo Nacional con el apoyo de un grupo (típicamente corporativo) que ha bloqueado la difusión del arte uruguayo actual.

Grupo donde Peluffo, Achugar, Alfredo Torres, Patricia Bentancur, Alicia Haber, Cecilia Vignolo, Pablo Thiogo, Aguerre, Tomsich, son las caras visibles.
Es perverso (como dicen los artistas en la carta) el corporativismo que impone como único arte el autodenominado arte contemporáneo.

Esa actitud excluyente ha bloqueado la circulación del arte uruguayo actual. El grupo corporativo de críticos-artistas-curadores promocionan el pop norteamericano posmoderno como si fuera el único arte.

Atacan, incluso, las demás formas contemporáneas de arte con el archirreaccionario argumento de: "Es superado, es antiguo". Lo más grave está en que el posmodernismo es una ruptura con miles de años de arte, y esa negación obtiene obras inentendibles, no por nuevas sino por absurdas. Estas corporaciones se apoyan en los teóricos posmodernos, los que adoctrinan para lo absurdo, la caótico.

¿Es que intentan hacernos vivir en un mundo sin arte? ¿O en un mundo con una sola forma de arte?

La carta abierta, dice también, "Bregar por la promoción y difusión de las diversas expresiones artísticas manifestadas en el seno de la sociedad. La diversidad es un valor a defender". Y pide: "Resolver un problema que compete al interés de nuestra cultura toda, y no sólo a las ambiciones de un sector de las artes plásticas".

Ambiciones de "curadoresartistascríticos", soldados entre sí, infiltrados en los espacios culturales del Estado y de fundaciones internacionales.

FREDDY SORRIBAS

La República