22 de octubre de 2009

Alerta para un NUEVO MNAV [Yamandú Canosa]


El pasado 16 de octubre un incendio destruyó el principal acervo de la obra de Helio Oiticica en Rio de Janeiro. Quedó hecha cenizas, OOOOOlímpicamente abandonada por las instituciones, un escándalo. Dejadez, ninguneo, negligencia, apatía… El arte latinoamericano de luto. Nos trae a la memoria otro incendio que afectó a la obra de Torres García en los 70’.

Alerta: como muchas veces se ha denunciado, el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo tiene unas condiciones de absoluta precariedad. Hay que construir un nuevo MNAV, adaptado a los nuevos y futuros tiempos y que nos de la tranquilidad de que el patrimonio de nuestro arte está en las mejores condiciones. Y no sólo tenemos que estar seguros de que nuestro patrimonio está resguardado, el MNAV nuevo ha de tener espacios que permitan articular los discursos que se entrecruzan en nuestra historia, cosa que actualmente es imposible. Nuevas tipologías de espacios para una lectura renovada y adecuada de nuestra historia. Un MNAV nuevo. Si no lo empezamos a pensar ya, de aquí a unos pocos años el anticuado container que guarda nuestro patrimonio puede colapsar. Ya no hay excusas. Ha llegado el momento de actuar sin personalismos y con audacia, imaginación y responsabilidad.

Y esto no es un reclamo corporativista o elitista. El arte pertenece a la sociedad que lo genera. Es patrimonio de todos y es responsabilidad de todos: del Estado, de los agentes de la cultura, de la sociedad en general. Es un bien público insustituible. El nuevo MNAV ha de estar sin falta en la agenda de la próxima administración que surja del proceso electoral que se inicia este domingo en Uruguay.

Que la triste noticia que viene de Rio de Janeiro nos sirva, por lo menos, para alertarnos definitivamente de nuestra realidad y nos pongamos a trabajar en el museo que nuestro arte -que es de todos, de todos, incluso de los que piensan que no les pertenece- reclama y que esté en las mejores condiciones de seguridad y de exhibición. El resto es dejadez, ninguneo, negligencia, apatía...


Y.C., Barcelona, octubre de 2009