Fernando envió un comentario al posteo "Se dice de mí..." [ERA 4] y como me pareció que venía de otra cosa el tema planteado decidí editar un posteo independiente. Fernando comenzaba su comentario de esta forma:
"Quien esto escribe es Fernando Alvarez Cozzi. Desde el principio de la participación de este blog en ERA, Enrique me ha estado alentando para que participara en él. Yo a esta altura de mi vida, tengo 53 años, ando medio cansado de escuchar y decir las mismas cosas, de participar de discuciones que tienen 30 años de antigüedad y siguen en el tapete como si no hubiera pasado el tiempo. Pero navegando por internet me topé con esta "perlita" que les dejo. Para que escribir si hay gente tan iluminada que lo hace mejor y mas divertido!!!!Solo una cosa: hace 25 años atrás quienes proponíamos tendencias conceptuales teníamos que "luchar" con aquellos que sostenían un pensamiento del tipo fin de siglo XIX y que eran mayoría. Ahora se invirtieron los papeles y tenemos que seguir "luchando" con los reaccionarios de siempre ahora imbuídos de un "barniz democrático"?(lo de barniz les viene como anillo al dedo. Para esta gente el arte termina en el marco de un cuadro)."
Es verdad que he alentado a escribir en frontera_incierta en el marco de ERA MVD 07 ya que en estos momentos el blog está siendo visitado por muchísima más gente que lo habitual y creo sinceramente en que los artistas deben tener la palabra cuando los mismos generan un discurso.
Puedo entender lo que dice Fernando en cuanto al cansansio que generan discusiones que llevan mucho tiempo en nuestro medio local como el desplazamiento del otrora hegemónico formato pintura en la actualidad o el rechazo que sienten algunos artistas -son solamente algunos, aunque hagan ruido- por las nuevas prácticas artísticas como las instalaciones, el video o el arte digital, prácticas estas que tienen en algunos casos...50 años de existencia!
Me gustaría, Fernando, que contaras la experiencia del Grupo Octaedro que era marginado de los diferentes certámenes montevideanos por no presentar sus obras de forma adecuada...que pudieran clavarse a la pared. No sé si en esos momentos hubo voces que se alzaron para defender a otros compañeros artistas que sufrían la discriminación en carne propia pero repasando los nombres de la "perlita" que me enviaste detecto algunos artistas que firman las misma que incluso ganaron varios premios en ese período. ¿Será que hay personas que solamente protestan cuando sienten afectados sus intereses personales?
Aquí va la "perlita":
"A la opinión pública
Algunas puntualizaciones acerca de las bases del Salón Municipal 2007 en el marco del Encuentro Regional de Arte .
El Salón Municipal de Artes Plásticas, así como el Salón Nacional de Bellas Artes (últimamente devenido "Premio Nacional"), han sido dos instancias importantes del panorama del desarrollo de las artes visuales de Uruguay. Los firmantes de esta nota no toman posturas evaluadoras ni cuestionan la calidad de los artistas seleccionados en el reciente Salón Municipal 2007, sin embargo quieren señalar el hecho de que, debido a la redacción de las bases, muchos colegas decidieron no presentarse a la convocatoria de la Intendencia Municipal de Montevideo.
De términos y significados
Examinando las bases de la convocatoria del Salón Municipal en el marco del Encuentro Regional de Arte 2007 , resulta muy llamativo (o quizá no) que se haya obstaculizado la participación a las manifestaciones expresivas "no conceptuales", acotando así la riqueza de la diversidad de nuestra producción artística local. En el punto II, inciso "Convocatoria", se exhortaba, de forma medianamente subliminal, a presentar una obra costosa producida por más de una persona: "… propuestas artísticas que contarán con una financiación tanto en sus costos como en los honorarios de quienes participen en la producción de las mismas" (es sabido que una pintura, por ejemplo, no es necesariamente una obra "costosa"). Luego, en el punto VI, inciso "Montaje" se volvía al "armado de las obras" del artista, evitando en todo momento la palabra "colgado", término que alude a obras que no encajan en los patrones ideológicos de los redactores de las bases. Por último, en el punto IX, "Cronograma", se reincidía en el tipo de trabajos a ser expuestos: "proyectos" a los cuales se financió con un "monto" previamente estipulado (30.000 pesos). En suma, se desprendió del texto una desesperada intención de exhibir para el exterior del país un perfil (seudo) contemporáneo con el propósito de rendir pleitesía a las imposiciones dictadas por la academia posmoderna.
Más que excluir, habría que sumar todas las tendencias reconocidas que han hecho y hacen a nuestra identidad cultural. Si las negamos, se desarma el esqueleto sobre el cual se han desarrollado generaciones de grupos e individuos. Solo sobre una tradición plural -no momificada, pero recreada permanentemente en un aquí y ahora- se puede acceder a un presente legítimo.
La Torre de Babel
De forma vertical se impusieron criterios, temáticas, y se hizo -desde dichas bases- una suerte de seudo docencia sobre el vocablo intervención, partiendo de la supuesta ignorancia de los artistas al respecto. En el punto II, inciso "Intervenciones en la caja blanca SUBTE" se afirmaba que esa sala de exposiciones "contamina" a las obras presentadas (lo contrario, según sus redactores, es una "ilusión"), pues la misma "lleva consigo una carga de significados, tanto desde el punto de vista del lenguaje arquitectónico como de las historias que en él tuvieron lugar, elementos que van a interactuar con los propuestos por la obra" (sic). Para confundir a todos aquellos "no iniciados en las teorías posmodernas" ("frías", "calientes", "hipermodernas" o "líquidas"), acto seguido se sostuvo que "cualquier obra presentada en cualquier espacio va a ser siempre una intervención". Pero además, si un "cuadro" es y no es una "intervención", ¿qué es, finalmente, una intervención?
Sumisos (y pésimos) lectores de los popes de moda, los redactores de las bases legitiman toda obra producida a partir de las características de un espacio dado, a expensas de la elección estética del sujeto productor (que puede o no tener en cuenta necesariamente el lugar dónde se van a exhibir sus trabajos, más allá de ciertos criterios que marcaron una época acerca del tamaño de la obra).
Una burocracia mutante
¿Cuántas veces más el artista quedará sometido al confuso pero inapelable criterio de organizadores, jurados y curadores (palabreja de moda) improvisados? ¿Cuántas políticas culturales monopolizadas por individuos intocables amparados en gobiernos paternalistas y/u omisos seguirán poniendo el palo en la rueda de las trayectorias de aquellos que no se suman a las tendencias en boga? Todo esto nos enfrenta a las orientaciones reduccionistas y/o elitistas puestas en práctica desde el Estado, puesto que ello supone la exclusión social y cultural de muchos ciudadanos que no se avienen ni consienten a tales esquemas que atentan contra un principio básico de su actividad: la libertad de creación.
Quizá hubiera sido menos demagógico un Salón hecho a la medida de los prejuicios de los organizadores: por invitación, convocando a los diez participantes con nombre y apellido. Pero claro, esto echaba un manto de sombra sobre "la participación democrática".
Mucho ruido y pocas nueces
A pesar de la posmodernidad a la que aspira acceder la IMM (o el Departamento de Cultura, o una repartición subordinada a este), los organizadores del Salón dejaron en claro que no poseían la infraestructura técnica básica para sus expectativas con respecto a sus seleccionados: solamente "cuatro focos", nada de instalaciones medianamente "complejas" ni apoyatura técnica más allá de la ofrecida (punto VII, inciso "c"). Eso no los desanimó a flechar la cancha hacia el área de los nuevos soportes visuales y la instalación. En otras palabras, el deseo histérico de "Quiero estar a la altura del primer mundo pero mi realidad no lo permite" (o viceversa).
En el afán por desprenderse de las políticas populistas instrumentadas por el Departamento de Cultura de la Intendencia capitalina, los organizadores del Salón Municipal 2007 (quienes debieron haber hecho un llamado que garantizara la más alta participación y diversidad de nuestro arte nacional) dejan en evidencia, una vez mas, el tejido ideológico que domina el ámbito de las artes visuales en nuestro medio.
Por las razones anteriormente esgrimidas, entre las que se encuentra la automarginación de muchos colegas a participar del referido Salón, y reiterando que esto no supone desconocer la obra de los artistas que fueron premiados, los abajo firmantes rechazan en un todo las bases del Salón Municipal 2007.
Oscar Larroca, Eduardo Espino, Juan Barcia, Sergio Viera, Juan Mastromatteo.
Directiva Provisoria de Artistas Visuales."
Luego de haber recibido esta "perlita" me tomé el trabajo de releer las bases del Salón Municipal 2007 y no encontré en lugar alguno del reglamento ningún tipo de justificación para ciertas afirmaciones que se expresan en la carta/correo/solicitada? dirigida a la opinión pública, por ejemplo:
- "resulta muy llamativo (o quizá no) que se haya obstaculizado la participación a las manifestaciones expresivas "no conceptuales"
- "En suma, se desprendió del texto una desesperada intención de exhibir para el exterior del país un perfil (seudo) contemporáneo con el propósito de rendir pleitesía a las imposiciones dictadas por la academia posmoderna."
- "De forma vertical se impusieron criterios, temáticas, y se hizo -desde dichas bases- una suerte de seudo docencia sobre el vocablo intervención, partiendo de la supuesta ignorancia de los artistas al respecto."
- "¿Cuántas veces más el artista quedará sometido al confuso pero inapelable criterio de organizadores, jurados y curadores (palabreja de moda) improvisados?"
Para terminar con una conclusión de corte surrealista:
- "En el afán por desprenderse de las políticas populistas instrumentadas por el Departamento de Cultura de la Intendencia capitalina, los organizadores del Salón Municipal 2007 (quienes debieron haber hecho un llamado que garantizara la más alta participación y diversidad de nuestro arte nacional) dejan en evidencia, una vez mas, el tejido ideológico que domina el ámbito de las artes visuales en nuestro medio."
Me viene a la mente una frase de William Gibson quien se adelantó a la configuración actual del ciberespacio con su maravillosa novela "Neuromante" (1984) cuando no tenía siquiera un computador personal en la casa y tuvo que tipearla con una vieja herramienta llamada "máquina de escribir": "El futuro ya está aquí. El problema es que está mal distribuido: algunos vivimos en el siglo XXI y otros en el siglo V."
slds!